Lo primero es que nos envíes tu manuscrito para que lo leamos y podamos decidir que sigue nuestra línea editorial. Esto es importante, ¿te imaginas una novela romántica en una editorial de labor científica? No tendría cabida y tampoco sabríamos como tratarla.
No olvides que mimarla es nuestro primer objetivo.
Una vez que es aceptada tu obra por la editorial, lo que haremos será corregir esos pequeños errores que te hayas dejado atrás. Aquí entras de nuevo. Tú decidirás si está bien así o si merece algún otro cambio.
Ya te expliqué que somos un equipo, por eso te enviaremos (hasta tres galeradas como máximo) tu manuscrito corregido para que lo revises y le des el visto bueno. Es importante que seas tú quien decide que podemos pasar al siguiente paso.
Ahora pasará al maquetador para que de forma a la tripa y empiece a tomar la forma de libro, con sus medidas, sus márgenes, etc.
Entre tanto, el diseñador de portada se pondrá manos a la obra para que el exterior acompañe a tu historia. En este punto vuelves a aparecer tú. Si tienes alguna fotografía o ilustración que quieras utilizar, nos la envías y la adaptaremos a tu portada. Si no es el caso, déjalo en nuestras manos.
Cuando esté terminada, te enviaremos el boceto para que, de nuevo, nos digas que te encanta y que esa es la que querías. Pasaremos al siguiente paso.
A estas alturas el maquetador ya habrá terminado su trabajo. Volveremos a enviarte el manuscrito para que notes que ya tiene otra forma y para que nos digas que estás contento y que seguimos el proceso.
Déjame apuntar que mientras todo esto está ocurriendo, también estamos gestionando el número que permitirá que sea comercializado, el depósito legal y otros papeleos con los que, en este caso, no te vamos a enredar.
Preferimos que te centres en lo importante. La obra.
Pues si ya tenemos el interior, tenemos el exterior y todo te gusta muchísimo… Solo nos falta la imprenta.
Antes de nada, pediremos una prueba de imprenta. Sí lo has leído bien, nada de digital, una de papel, para que la sostengas entre las mano y puedas manosearla, y ver de verdad como quedará en las estanterías. Es tuya y es única. Ya puedes enseñársela a los tuyos.
Por último, solo queda esperar a que el resto de ejemplares te llegue a casa.